Budismo Tibetano

El Budismo está considerado como una de las principales religiones del mundo. Es un movimiento social, religioso y filosófico fundamentado en el descubrimiento que en el siglo VI a.C. hizo el Buda histórico, Sakyamuni, de liberarse del egocentrismo exagerado y vivir felizmente.

Como movimiento religioso ha introducido una perspectiva espiritual que otorga un valor y un significado especial a la vida humana.

Como filosofía de la vida, ha desarrollado un conocimiento y unas artes de entender y transformar el cuerpo y la mente que no tiene equivalente en ninguna otra tradición cultural.

Además, el Budismo ha proporcionado a la sociedad asiática una ética pacífica y unas sólidas estructuras sociales, convirtiéndose en un movimiento social poderoso que ha transformado todas las civilizaciones que lo han adoptado.

En su lenguaje propio es el camino a la Iluminación. Se denomina Buda a alguien que sabe, que entiende, que ha despertado del sueño de la vida debido a que ve la realidad.

Se dio en un principio este nombre a Sidarta Gautama, príncipe heredero del reino Sakya, que después de convertirse en Buda se le conoció como Sakyamuni.

Buda Sakyamuni aproximadamente fue contemporáneo de Isaías, Zoroastro y Confucio. Creció en una época en que Eurasia estaba llena de ciudades estados muy activas, donde los reyes luchaban por conseguir efectos devastadores sobre sus súbditos y vecinos. Los sacerdotes intentaban mantener sus viejos ritos y mitos, los mercaderes prosperaban con nuevas técnicas de producción y sentían la necesidad de nuevos sistemas éticos y educacionales. Desde Grecia y China surgieron filósofos que buscaban respuestas a estas necesidades.

El príncipe Sidarta era uno de estos filósofos, nada satisfecho con el estado de conocimiento, el arte y la práctica social de su época. A los 29 años de edad, se encontraba felizmente casado, con un hijo, poseía riqueza y estaba a punto de subir al trono de su nación. Trastornado por su encuentro con la enfermedad, la vejez y la muerte, y atraído por la filosofía y ascetismo, abandonó su vida cómoda y se adentró en el bosque; renunció para meditar edificando su destino espiritual. Vivió durante seis años entre ascetas filosóficos, ayunando y mistificando su cuerpo, adquiriendo realizaciones, pero aún no se encontraba satisfecho.

A los 35 años de edad renunció al ascetismo retornando a un estilo de vida más moderada. Se sentó bajo el gran árbol bodi diciendo que no se movería de allí hasta que entendiera absolutamente todo, hasta transformarse a sí mismo en un Buda. Al amanecer del siguiente día había adquirido la iluminación perfecta que definió como “la completa liberación del sufrimiento, el conocimiento de la naturaleza exacta de la realidad y la plena conciencia global de todas sus dimensiones”.

Declaró que había descubierto que la realidad de todas las cosas era el estado libre del yo último y definitivo, o la vacuidad o libertad última. Con estado libre del yo, quiere decir que las cosas no tienen un yo independiente, y son por naturaleza libres de cualquier identidad intrínseca; y con relatividad última quería decir que no hay ninguna fuente del universo que no sea relativa.

Buda afirma que el círculo vicioso del sufrimiento empieza por el hecho de no conocer nuestra propia libertad, ya que la ignorancia nos condiciona al hecho de sentirnos como entidades separadas, enfrentadas contra un universo hostil. Podemos romper este círculo si cultivamos la sabiduría crítica a través de la investigación de la realidad del yo y del universo. Podemos superar sistemáticamente la ignorancia si conseguimos romper la ilusión de que somos un yo separado y que el universo es otro. Libres de la falsa ilusión del yo, estamos preparados para actuar libremente experimentando todas las cosas felizmente.

Cuando llegó a conseguir una iluminación como ésta, Buda declaró que había asumido el propósito de la evolución, la realización última del potencial humano y divino. También declaró que todos los seres vivos podían llegar a experimentar este estado. El mejor regalo que podía hacer a los otros era esta enseñanza “ayudar a los demás a asumir la comprensión, la libertad, la felicidad” y Buda Sakyamuni comprometió sus energías inagotables en ayudar a conseguir este propósito a los demás. Y esta experiencia en dar el esquema en la profundidad del yo, ha sido la fuente de energía de todo el movimiento budista a través de la historia.

Encontrarse con la realidad y resultar transformado requiere un proceso de investigación, examen y experimentación, de hecho requiere un proceso de educación que es un yoga de autotransformación. Para que este proceso estuviera al abasto de sus contemporáneos y de la posteridad, Buda fundó una nueva institución, una escuela donde la gente se educara sobre el Dharma. La palabra Dharma viene de la raíz verbal “dhr”, que significa “aprehender”, y una comunidad donde la gente viviera en el Dharma, denominada Sangha.

A medida que el movimiento budista crecía, estos tres elementos, el Buda, el Dharma y la Sangha (el Maestro, la Enseñanza y la Comunidad) fueron conocidos como las Tres Joyas, porque el descubrimiento de la posibilidad de ser un Buda, de la realidad y de la enseñanza que lo hace posible, y de la comunidad que lo hace práctico, es como encontrar una joyas preciosas que permiten la adquisición de la libertad en vez del sufrimiento, la comprensión de la realidad, y la felicidad de mantener buenas relaciones con los otros.

Buda enseñó a una gran diversidad de gente en muchos lugares diferentes durante muchos años. Aunque la tradición dice que no escribió ningún texto, una cantidad enorme de textos son un registro de sus palabras.

Durante los siglos en que trabajaron para liberar la gente en India, los budistas indios desarrollaron tres Vehículos para llevar a la gente a la libertad. El primero fue el Vehículo Individual o Hinayana, que incluye el sistema Theravada. Se denomina así porque proporciona métodos institucionales, doctrinales y contemplativos a los individuos para que ellos mismos se liberen de la falsa ilusión egocéntrica. Según lo describe la literatura budista clásica, el Vehículo Individual posee dos divisiones principales: el Vehículo del Oyente y el Vehículo del Realizador Solitario. Las personas que conseguían con éxito el nirvana de esta forma, eran denominadas arhats, santos, y fueron muy numerosos y respetados en India.

El Vehículo Individual fue enfatizado aproximadamente durante los primeros quinientos años del budismo indio y está basado en el Canon Palí Theravada. Durante este periodo el budismo se extendió fuera de la India, sobre todo a Sri Lanka, Birmania, Tailandia, Camboya, y al mundo iraní.

El segundo fue el Vehículo Universal, correspondiente el budismo del Mahayana actual, porque asumía la resolución de liberar a todos los seres con la transformación de un universo entero en un lugar de paz, abundancia y felicidad. Una persona que cultiva esta resolución se denomina Bodhisattva. Un Bodhisattva sólo acepta la libertad para él o ella cuando todos los demás seres han sido liberados, por tanto la budeidad es una transformación del universo de los otros, antes que una transformación del yo. Extraordinarias escrituras (Sutras) del Vehículo Universal, describen esta budeidad transformadora del universo.

Este Vehículo fue predominante en la India durante el segundo periodo de quinientos años después de Buda. Durante este periodo el budismo se extendió fuera de India, sobre todo en los reinos de la Ruta de la Seda del Asia Central, China.

El tercer Vehículo es el denominado Tántrico o Diamantino, a causa de su poder irresistible. Es el aspecto esotérico del Mahayana. La esencia de la tecnología tántrica es el cambio de la realidad tosca del universo, a la realidad sutil. Una realidad donde el cambio evolutivo se puede acelerar inmensurablemente, donde la materia puede ser remodelada instantáneamente por la imaginación. Este sistema, además de prácticas de meditación destinadas a intensificar la propia comprensión de la vacuidad y la bodhichita, incluye ciertas técnicas avanzadas que permiten utilizar los diversos elementos del cuerpo físico en las prácticas meditativas.

Los Tantras, desarrollaron una enorme cantidad de literatura en India, con muchas escrituras que pretendían registrar las enseñanzas del señor Buda. Hay cuatro categorías de Tantras, llamados: Tantras de la Acción (Kriya), de la Actuación (Charya), del Yoga y del Yoga Insuperable. El Tantra del Yoga Insuperable afirma que la budeidad es posible dentro en una sola vida humana.

Esta forma de budismo está basada en dos grandes colecciones de trabajos canónicos y semicanónicos: el Kanguiur, o la traducción de las palabras del señor Buda, y el Tenguiur, o la traducción de los comentarios de Buda a cargo de grandes maestros espirituales y filósofos budistas.

Dentro de la esfera de influencia cultural de India, el desarrollo conseguido con el budismo, resultó muy beneficioso para las civilizaciones del subcontinente, y les ayudó a conseguir la cultura más refinada, plácida, llena de gracia y liberada del mundo, durante el primer milenio de la e.c. Esta placidez hizo que la India resultara vulnerable a pueblos menos tranquilos de las estepas del Asia Central. Importantes oleadas de invasiones turcas penetraron en India desde el siglo IX hasta el XII. La intolerancia de la ideología islámica impulsó a destruir los elementos refinados de la sociedad que habían conquistado. Casi todos sus monasterios y bibliotecas fueron destruidos, los monjes fueron masacrados, los bodhisattvas laicos fueron forzados a adoptar la ideología del conquistador y los adeptos, huyeron del país o pasaron a la clandestinidad.

Afortunadamente muchos de los grandes estudiosos, santos, sabios y adeptos atravesaron la muralla del Himalaya hasta el Tibet llevando sus Instituciones, Textos, Enseñanzas y Linajes, prosperando el budismo en el País de las Nieves hasta la invasión comunista china de 1950, que forzó al Dalai Lama y a la comunidad budista al exilio, llevando de nuevo estas Enseñanzas y Linajes a India.

En Occidente, es valorado ya el Budismo como una fuerza cultural y civilizacional y especialmente por su sofisticada “ciencia interior” o ciencia de la mente.